Es tan importante vivir el presente con intención, aprovechar las oportunidades, decir lo que sentimos, arriesgarnos un poco más y no dejar que los días solo pasen, sino que cuenten.
Por Rosa Cornejo Briceño. 02 mayo, 2025. Publicado en Correo, el 26 de abril de 2025.La vida no se detiene y si no tomamos conciencia de ello, pronto nos daremos cuenta de que ya estamos en otra estación. Por eso, es tan importante vivir el presente con intención, aprovechar las oportunidades, decir lo que sentimos, arriesgarnos un poco más y no dejar que los días solo pasen, sino que cuenten.
Esta realidad nos invita a reflexionar y a cambiar la manera en que vivimos el día a día. ¿Cuántas veces nos hemos preguntado si dedicamos suficiente tiempo a lo que realmente importa? Familias, amigos, pasiones, y aquella intuición interior que muchas veces dejamos en pausa para cumplir con lo inmediato.
Aprovechar el tiempo no significa apresurarse en una carrera sin fin, sino ser conscientes de que cada experiencia, cada conversación y cada silencio cuentan. Es un llamado a vivir con intención: y en el presente, ya que no podemos cambiar el pasado y el futuro es incierto. Es importante hallar un equilibrio, aprender a priorizar lo esencial y encontrar momentos para simplemente detenerse y disfrutar de la vida. La clave está en vivir en el presente
La reflexión sobre la fugacidad del tiempo no es motivo de angustia, sino de motivación. Nos impulsa a pensar en qué huella queremos dejar y en cuál legado queremos apoyarnos. Porque, en efecto, si bien el tiempo es implacable, depende de nosotros decidir si seremos meros espectadores de sus manos o artífices de nuestra propia historia.
Estas líneas son una invitación a soltar aquellas cargas innecesarias y a invertir en lo que aporta valor a la vida. Aprovechemos cada minuto para vivir con propósito, para mirar con atención y para sentir profundamente la maravilla de estar vivos. Después de todo, el tiempo es el escenario en el que se representa la única obra que realmente importa: la nuestra.
